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Investment Readiness Startup:
qué es

Te contamos más sobre el concepto que abarca todo el desarrollo de un emprendimiento. En qué consiste la filosofía que nos ayuda a estar siempre listos.

 

 

· startup,Emprendimientos,inversión

El investment readiness es un concepto que abarca todo el desarrollo del emprendimiento desde la contabilidad de la innovación que son los registros de validación del Problem solution Fit y del Product Market Fit hasta los aspectos más duros y técnicos de cumplimiento de aspectos impositivos, societarios y legales que toda empresa debe tener cumplidos.

Este concepto o filosofía nos ayuda a estar siempre listos y ser capaces de estar en condiciones de ser invertido por tener entre manos un negocio deseable, con potencial, de bajo riesgo, y ordenado.

Un de los requisitos previos a ser invertido es el análisis de Due Diligence, proceso que permite reducir la asimetría de la información entre inversor y el proyecto invertido. Este proceso implica dar acceso a toda la organización que busca ser vendida o está buscando ampliar su capital mediante el ingreso de un nuevo socio capitalista, e incluye muchas veces la firma un acuerdo de confidencialidad antes de iniciarse.

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El Due dilligence inicia tras un periodo de negociación y aproximación entre los vendedores y los inversores o compradores y una vez de que el inversor muestre un interés real, normalmente reflejado mediante una "Carta de intenciones" en la que se recoge precisamente la intención de adquirir la totalidad o una parte de una sociedad en determinadas condiciones, se abre este proceso en virtud del cual el adquirente de una empresa realiza, con explícito consentimiento y asistencia del vendedor, una detallada investigación de diferentes áreas del negocio que se quiere adquirir con el objeto de conocer con mayor profundidad aquello que se desea adquirir. Para la mayoría de los adquirentes ésta es la primera oportunidad de conocer el negocio en detalle.

El proceso de "Due Diligence" varía de acuerdo con el tipo de transacción, la naturaleza del comprador o inversor y el grado de complejidad del negocio. En general, un proceso de "Due Diligence" vendría a cubrir y a estudiar las siguientes áreas de la empresa:

  • El ámbito financiero y contable.
  • Posición en el mercado y aspectos comerciales.
  • La calidad y efectividad de la dirección.
  • Aspectos tecnológicos.
  • Asuntos fiscales.
  • Asuntos laborales.
  • Asuntos legales.
  • Asuntos medioambientales

Esta filosofía de gestión permite además defender la valuación de nuestra compañía ya que todos los riesgos se encuentran mitigados y están siendo gestionados mediante planes de contingencias alternativos y los requerimientos legales e impositivos están en orden y al día en su cumplimiento ya sea se trate de contratos, impuestos y acreedores.

 

El Investment Readiness permite allanar el camino en el proceso de Due dilligence y permite a que el proceso de inversión transcurra de una forma más ágil y sin contratiempos y transmite seguridad y profesionalidad frente a terceros interesados a la hora de salir a buscar capital para financiar el crecimiento de nuestro emprendimiento.